Las escaleras de mano no están sujetas a ninguna normativa específica de comercialización de producto y por tanto No disponen de Marcado CE.
Sin embargo estos equipos de trabajo temporal en altura deben considerarse seguros si son conformes a las normas técnicas que le son aplicables según el art. 3.3 del Real Decreto 1801/2003, que en el caso de escaleras de mano son las normas europeas UNI EN 131: 2017, diferenciando desde esta última actualización de la norma el uso doméstico y el uso profesional de cada producto por parte del fabricante con etiqueta adhesiva en cada unidad de escalera.
Por lo tanto, la elección de equipos se realizará siempre que sea posible conforme a dichas normas, dejando constancia de ello en la evaluación de riesgos.
Las escaleras de mano se deben utilizar, mantener y revisar según las condiciones establecidas por el fabricante y/o por cualquier normativa que le sea aplicable.
Las normas de la serie UNE-EN 131
Partes 1, 2 y 3: ofrecen información general en relación con las escaleras portátiles.
Parte 1: características generales de diseño.
Parte 2: requisitos, ensayos y marcado.
Parte 3: información destinada al usuario.
Partes 4, 6 y 7: recogen específicamente los requisitos, ensayos y marcado para tipos de escaleras.
Parte 4: escaleras articuladas con bisagras simples o múltiples.
Parte 6: escaleras telescópicas.
Parte 7: escaleras móviles con plataforma.
La utilización de una escalera de mano puede estar justificada cuando, como resultado de la evaluación de riesgos, se deduce que el riesgo es bajo. Un factor a tener en cuenta es el tipo de emplazamiento en el que se va a realizar el trabajo; un espacio reducido, por ejemplo, puede suponer una limitación para la utilización de otro tipo de equipo de trabajo distinto de una escalera de mano.
Tipos de escaleras:
La norma UNE-EN 131-2 trata los elementos para evitar la apertura de las escaleras de tijera (escaleras dobles) durante su utilización.
Además de que el sistema de articulación que une los dos tramos de la escalera debe ser resistente y estar diseñado de manera que no se pueda desmontar involuntariamente, la escalera debe disponer de cadenas o correas que impidan su apertura por deslizamiento.
También se indica en la norma que se puede utilizar un sistema rígido (y/o integrado en la articulación) que evite tanto la apertura como el cierre por deslizamiento de alguna de las partes en algunos tipos de escaleras de tijera. La escalera debería asegurarse en el ángulo de apertura antes de su utilización.
Se prohíbe la utilización de escaleras de madera pintadas, por la dificultad que ello supone para la detección de sus posibles defectos.
Las escaleras de madera son susceptibles de romperse, agrietarse y pudrirse.
No se deben pintar, salvo con barniz transparente, de modo que se puedan detectar fácilmente posibles defectos como roturas, grietas, putrefacciones y fallos de compresión.
Escalera de madera sin barnizar Fibermad modelo 4AT
Imagen de la fábrica de Fibermad
Puede ver toda la gama de escaleras de madera Fibermad en el siguiente enlace: Escaleras de madera.
Las escaleras de mano se deben utilizar, mantener y revisar según las condiciones establecidas por el fabricante y/o por cualquier normativa que le sea aplicable.
Las reparaciones deberían ser realizadas de acuerdo con las buenas prácticas en trabajos de madera o directamente por el fabricante.
Debería comprobarse que en las bases, peldaños y huellas de toda escalera no hay grasa, aceite, brea, piedras incrustadas y otros materiales que pudieran hacerla resbaladiza o insegura.
Las áreas de almacenamiento deberían permitir el acceso fácil y estar bien ventiladas y sin presencia de humedades, en el caso de que se guarden escaleras de madera.
Deberían evitarse áreas donde el movimiento de otros materiales pueda causar daños a las escaleras.
Las escaleras no deberían almacenarse en posición inclinada; preferentemente se almacenarán en posición horizontal, sujetas por soportes fijos y, si esto no fuese posible (por ejemplo, por razones de espacio), se podrán almacenar sobre una pared, en posición vertical, suspendidas de ganchos o soportes adecuados de forma que se eviten cargas puntuales que pudiesen dañar la estructura y el adecuado funcionamiento de la escalera.
El transporte y almacenamiento de las escaleras debería realizarse de acuerdo con las instrucciones dadas por el fabricante.
Si las condiciones de almacenamiento o transporte producen daños a una escalera, debería corregirse la causa del daño y retirarla para su reparación.